La morosidad es, sin ninguna duda, el gran problema tanto para las empresas como para las comunidades de propietarios, pudiendo poner en serios apuros económicos a quienes la sufren.
En relación con las empresas, las cuestiones más comunes que se pueden plantear son si se puede demandar al administrador o cómo recobrar a una empresa que ha cerrado su sede social. Durante más de cinco años he trabajado como abogada colaboradora con la entidad Crédito y Caución, S.A., la principal entidad de recobros de nuestro país, representando a las empresas más importantes por volumen de negocio y en todas las áreas empresariales. Esta experiencia profesional ha conllevado un conocimiento minucioso de los procedimientos más adecuados para conseguir el recobro de las cantidades adeudadas, agotando todos los medios que ley pone a nuestro alcance para lograr tal fin.
En relación con las comunidades de propietarios el problema de la morosidad, si se prolonga en el tiempo, puede poner en serios apuros la economía de las comunidades. Existen muchos medios para logar el recobro del propietario moroso, desde la gestión amistosa al embargo del inmueble en último término, pasando por multitud de soluciones intermedias. Siendo así, la mejor opción será siempre contar con el asesoramiento y la dirección letrada de quien ha trabajado con la mejor empresa de recobros del país.
